Destilado el 19 de septiembre de 2008, este whisky aporta una explosión de melocotón y albaricoque en nariz, calmada por la rica miel de Manuka. La dulce miel continúa en el paladar acompañada de coco y jengibre. El final es maravillosamente dulce y fresco con una sensación almibarada en boca que indica el vino Sauternes que alguna vez ocupó la barrica.

La colección francesa muestra la influencia única que aportan los distintos tipos de barricas de vino y licores franceses en una vitrina excepcional. El whisky, destilado en 2008, se envejeció en barricas de roble de whisky escocés tradicionales antes de ser trasladado a barricas de Monbazillac, Sauternes, Rivesaltes y Cognac para su maduración final, lo que dio como resultado una magnífica colección.