La vida no es sencilla, y nuestro vodka tampoco. El vodka premium de Kiwi Spirit se destila en lotes pequeños utilizando agua prístina de una de las fuentes más limpias del planeta. ¿El resultado? Un vodka elegante y súper suave como ningún otro. Rocíe con hielo y bébalo solo para saborear su increíble suavidad en boca.
Hace diecisiete mil años, nuestra producción comenzó como nieve pura que caía sobre las imponentes montañas de Nueva Zelanda. A lo largo de un siglo y bajo muchos soles, esa nieve se convirtió en agua que se abrió paso por las montañas y sobre la piedra caliza, dando vida a todo lo que se encontraba a su paso.
El licor se filtra por las grietas de la tierra para que la naturaleza lo destile y se posa en las aguas profundas, deliciosamente dulces y prístinas de los antiguos acuíferos que alimentan los manantiales de Te Waikoropupū. Extraemos el licor de uno de estos acuíferos que se encuentra debajo de nuestra destilería y utilizamos las mejores gotas de Aotearoa para elaborar el nuestro.