El ron Bundaberg Original fue el producto sobre el que se fundó la empresa Bundaberg Distilling. Destilado por primera vez en 1888, el producto que bebemos hoy sigue fielmente el mismo proceso ancestral.
La mejor caña de azúcar, cultivada en el fértil suelo local, se envía a moler en la fábrica de azúcar de Bundaberg, al lado de la destilería. Se produce una melaza rica y dulce que luego se fermenta, se destila dos veces y se guarda sellada para añejar en cubas de roble que, hasta el día de hoy, siguen siendo fabricadas a mano por una tonelería familiar.
Se añeja durante un mínimo de dos años y luego se embotella con un 37 % de alcohol por volumen en una botella característica que ha cambiado poco a lo largo de las décadas. Se basa en el mismo diseño introducido por primera vez en 1961 por Sam McMahon, quien introdujo la marca registrada "Brick", además de incluir a nuestro amigo Bundy R. Bear en la botella.